La decisión congela parte del decreto de Donald Trump que prohíbe la entrada a EE.UU. de ciudadanos de Siria, Irán, Iraq, Libia, Somalia, Sudán y Yemen por los próximos 90 días.
La trascendental decisión tomada por el presidente Donald Trump de prohibirle la entrada a Estados Unidos a más de 130 millones a personas y negarle el ingreso a todos los refugiados provocó este sábado un gran impacto a nivel mundial, mientras el caos y la confusión reinaban en las agencias policiales estadounidenses, aeropuertos y capitales extranjeras al tratar de comprender la nueva política estadounidense.
El decreto de Trump impide que los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana ingresen a territorio estadounidense durante los próximos 90 días y suspende la admisión de todos los refugiados por 120 días.
Los viajeros que se ajustan a los criterios de la prohibición y que ya estaban viajando este viernes hacia Estados Unidos cuando Trump firmó el decreto fueron detenidos a su llegada a los aeropuertos del país.
A otras personas con visas válidas y tiquetes se les impidió abordar aviones con destino a Estados Unidos, mientras que las aerolíneas y los funcionarios de aeropuertos extranjeros se esforzaron por entender y cumplir con la nueva política de inmigración del gobierno de Trump.
La confusión reinaba incluso entre los encargados de implementar la prohibición. Los funcionarios de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos recibieron información contradictoria acerca de si el decreto se aplicaba a los residentes permanentes en el país. La Casa Blanca finalmente declaró que la prohibición se aplicaba a los residentes permanentes legales en Estados Unidos, aunque los titulares de tarjetas verdes podrían solicitar una exención.
El decreto fue rápidamente calificado por parte de los demócratas, organizaciones de derechos humanos y grupos de defensa como una «prohibición contra los musulmanes», quienes criticaron a Trump por instituir una política que dicen que va en contra de los valores estadounidenses y afecta la imagen del país alrededor del mundo como santuario para aquellos que huyen de la opresión.
Las acciones de Trump este viernes fueron consistentes con su promesa de campaña de detener la inmigración proveniente de muchos países de mayoría musulmana, particularmente aquellos que él definió ligeramente como históricamente propensos al terrorismo.