Por tanto, no implica la legalización del consumo sino, por el contrario, evita que el consumidor sea criminalizado y llevado a la cárcel en lugar de recibir tratamiento para superar su adicción.
“La tabla nace como una necesidad técnica para poder diferenciar a la persona que consume drogas de una persona que expende ilícitamente las drogas. Si es un consumidor debe ser atendido y no llevado a la cárcel”, anotó el ministro Coordinador de Seguridad, César Navas.
La no criminalización del consumidor rige desde 1998, con una disposición del Tribunal Constitucional que luego fue recogida en la Constitución del 2008 que, en su artículo 364, determina que “las adicciones son un problema de salud pública” y, por tanto, “en ningún caso se permitirá su criminalización ni se vulnerarán sus derechos constitucionales”. Este mandato constitucional también se contempla en la Ley Orgánica de Prevención Integral de Drogas.
Para no ser sometido a un proceso penal, un consumidor podrá tener en su poder menos de 10 gr. de marihuana, o 2 gramos de pasta de cocaína, 1 gramo de clorhidrato de cocaína, 0,1 gr. de heroína, 0.015 gr. de MDA -N-etil-a-metil-3.4metilendioxi-fentilamina; 0,015 gr. de Éxtasis y, o 0,040 gr. de Anfetaminas.
“Las personas que tienen menos de estas cantidades reciben una atención integral en el sistema de salud, mientras que quienes poseen una cantidad mayor pasan a la justicia y deben someterse a las normas del Código Orgánico Integral Penal (COIP)”, indicó Navas.
Las cantidades fueron aprobadas con base en el Análisis de toxicidad, estudios sicológicos y biológicos elaborado por el Ministerio de Salud Pública. Cuando se creó la tabla, los valores eran superiores pero se reformularon en 2015 porque se detectó que los proveedores o microtraficantes se hacían pasar por consumidores para no ser detenidos.
Según Navas, la tabla está sujeta a variaciones, incluso, por las nuevas drogas que salen al mercado. “El objetivo es contrarrestar el microtráfico protegiendo al consumidor. Este ha sido asumido como un problema de salud pública”, dijo y explicó que la eliminación de la tabla, como plantean algunos candidatos a la Presidencia de Ecuador, lo único que permite es que todas las personas que tengan droga en su poder vayan a la cárcel.
El secretario técnico de drogas, Rodrigo Suárez, explicó a Andes que la tabla es solo un elemento del plan que integral que ejecuta el gobierno en su lucha contra el consumo de droga.
En 2015 se aprobó la Ley Orgánica de Prevención Integral del Fenómeno Socio Económico de las Drogas y de Regulación y Control del Uso de Sustancias Catalogadas Sujetas a Fiscalización. Esta norma dispuso la eliminación del Consejo Nacional de Sustancias, Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), que dependía de la Procuraduría, y permitió la creación en enero de 2016 de la Secretaría Técnica de Drogas (Seted) con la misión de liderar las políticas de prevención, control y fiscalización de sustancias que ingresan al país.
Adicionalmente, se conformó el Comité Interinstitucional integrado por el presidente de la República o su delegado y los ministerios de Seguridad, Justicia, Interior, Salud, Inclusión Social, Deportes y Cultura; además de la Seted.
La lucha contra la droga, un trabajo integral
Este equipo multidisciplinario ha trabajado en tres ejes: eliminación de la oferta, prevención en la familia y en los colegios; y atención a la adicción.
En el primer caso, se trabaja estrechamente con la Policía para identificación de circuitos o barrios donde hay un mayor nivel de comercio de drogas. Una vez ubicado, entran a trabajar todas las instituciones que integran el Comité. En Guayaquil se han identificado seis circuitos en donde hay un mayor nivel de comercio de droga. En el primer año, se intervenido cinco circuitos o barrios (Décima y Callejón Diez, Cerro las Cabras, Suburbio, Trinataria y Prosperina).
Desde agosto de 2015 hasta la fecha se han aprehendido más de 4.200 microtraficantes, según datos del ministerio de Seguridad.
De acuerdo con el estudio de caso que se hizo en el 2015, en Ecuador existe una población aproximada de 250 mil consumidores de drogas, en edades de entre 12 a 17 años. Y, aunque esta información está siendo actualizada con datos del censo realizado el año pasado y cuyos datos estarían listos en los próximos días; la autoridad ha enfocado sus acciones en los jóvenes.
“En materia educativa hay un trabajo especial. Se aplican dos protocolos debidamente revisados, aprobados, socializados entre los ministerios del Interior y Educación, para la intervención de Policía sin modificar ninguna disposición legal que existe con relación al tratamiento de menores”, recalcó.
El secretario técnico de droga descartó que la tabla haya promovido el consumo entre los menos de edad. “Ni la tabla ni la ley permite el consumo entre los menores de edad, eso está prohibido”, anotó y explicó que la proliferación de droga entre los jóvenes es por la introducción en el mercado de sustancias como la H.
Frente a ello, en el último año, se han incorporado a los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) de instituciones públicas 3.530 especialistas y 1.699 a los colegios privados para orientar a los padres de familia principalmente, y a los estudiantes. Y en Guayaquil se han construido dos casas de acogida con capacidad para 62 y 40 personas, respectivamente.
Suárez explicó que se continuará construyendo casa de acogida pero aclaró que según estudios, del total de consumidores apenas entre el 5% y 10% requieren atención residencial, por lo que se ha reforzado la atención en atención ambulatoria y ambulatoria intensiva.
Para este fin, en los 497 centros de salud a nivel nacional se han incorporado psicólogos y médicos clínicos y especialistas. Solo en un año, el sistema atendió aproximadamente 39 mil personas.
A la par se trabaja en la recuperación del espacio público en donde los ministerios de Cultura y Deporte tienen protagonismo. Al respecto, el ministro Navas informó que se ha enviado una propuesta de ordenanza a todos los municipios para que sea de cumplimiento inmediato y se evite el consumo en los espacios públicos.