«Quiero dejar claro y de la manera más enfática que el Gobierno de México y el pueblo de México no tienen por qué aceptar disposiciones que de manera unilateral un Gobierno le quiera imponer a otro», aseveró en un encuentro en la capital con el representante en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
«No lo vamos a aceptar porque no tenemos por qué hacerlo y porque no es en el interés de México», agregó.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) defendió que el Ejecutivo se volcará en «la asistencia de los derechos humanos en el exterior, particularmente en los EE.UU.», donde el Gobierno ha anunciado medidas que abren la puerta a deportaciones masivas de migrantes indocumentados.
Entre ellas, que se acelerará el proceso de deportación y que se contratarán 15.000 agentes encargados del control migratorio.
Videgaray se encontrará con el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, y el de Seguridad Nacional, John Kelly, en la visita al país que iniciarán ambos la tarde de hoy, cuando lleguen a la Ciudad de México.
La cuestión migratoria «será tema fundamental que habremos de hablar y de discutir», apuntó el canciller.
«Este es inevitablemente y por convicción el primer punto en la agenda», sentenció.
La protección de México a sus ciudadanos en el exterior «implica un despliegue sin precedentes de información a los mexicanos, que conozcan sus derechos, que sepan cómo actuar ante posibles violaciones a su dignidad y a sus derechos humanos», apuntó.
Además, el secretario aseguró que México «no dudará en recurrir a las Naciones Unidas o a cualquier otro organismo internacional para seguir defendiendo los derechos» de los mexicanos.