En Mocoa, a donde se desplazó este sábado, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo a medios de comunicación que el saldo era de 154 muertos, en el último reporte oficial de una cifra que ha ido en aumento durante el día.
Según el director general de Socorro de la Cruz Roja Colombiana (CRC), César Urueña, hay 188 personas heridas, 22 de ellas con trauma cráneo-encefálico severo, y alrededor de 200 desaparecidos. «Las cifras (de muertos y heridos) están subiendo enormemente y a una velocidad impresionante», afirmó a AFP Urueña, quien sostuvo que la tragedia es de «gran dimensión».
La emergencia se generó alrededor de las 23:30 locales del viernes (04:30 GMT del sábado) por el desbordamiento de los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco «Anoche llovió 130 milímetros, usualmente en un mes llueve aquí 400 milímetros.
Qué quiere decir eso, que el 30% de la lluvia de un mes se produjo anoche y eso precipitó una creciente súbita de varios ríos (…) y eso produjo una avalancha», afirmó Santos.
El afluente del río se mezcló con lodo y «materiales» de las calles, como residuos y basuras, y provocó el desastre, apuntó Urueña. «Es una tragedia sin precedentes, (hay) cientos de familias que aún no encontramos, barrios desaparecidos», dijo la gobernadora de Putumayo, Sorrel Aroca, a W Radio.
Las aguas se llevaron por delante varias viviendas, postes de energía, vehículos, árboles y destruyeron al menos dos puentes, agregó el Ejército, cuyos soldados apoyan las labores de rescate y socorro.
Según la estatal Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), hay 300 familias afectadas. «La situación de Mocoa es dramática. Invocamos la solidaridad de toda Colombia», escribió en Twitter el viceministro del Interior, Guillermo Rivera.