«Cualquiera sea la decisión del pueblo ecuatoriano, la acataremos con todo el respeto que se merece», dijo tras sufragar en un recinto electoral en la capital ecuatoriana, Quito, al filo del mediodía.
Moreno, candidato del movimiento oficialista Alianza País (AP, de izquierda), dijo haber observado que, hasta esa hora, el proceso electoral marchaba «en paz», y formuló un llamamiento a los ecuatorianos habilitados para votar a que acudan a las urnas.
Un total de 12,8 millones de electores están facultados para participar en estas elecciones, en las que los votantes escogerán entre Moreno y el opositor Guillermo Lasso, centroderecha, a quién gobernará los próximos cuatro años en reemplazo de Correa, que dejará el poder en mayo venidero.
La normativa ecuatoriana establece que un candidato ganará la Presidencia en una sola ronda de votaciones si obtiene una mayoría absoluta (la mitad más uno de los votos) o si alcanza un mínimo de 40 % y obtiene una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre el segundo más votado.
Moreno, de AP, y Lasso, de Creando Oportunidades (CREO), fueron los candidatos más votados de entre los ocho postulantes en la primera vuelta desarrollada el pasado 19 de febrero.