En la declaración tomada por la Fiscalía contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada de España, Durán Tacla (conocido como el cerebro financiero de la trama de corrupción) señaló que “tiene conocimiento de un pago de un millón de dólares, y en la que se ve como Persona Expuesta Políticamente (PEP) de Ecuador, a Alecksey Mosquera” y asegura que “la fecha de la operación, el pago del Millón de dólares, podría ser 2011” sin señalar la razón de dicho pago.
Este dato revela que Alecksey Mosquera recibió el pago por un millón de dólares de Odebrecht mientras laboraba en el sector privado, dos años después de ejercer sus funciones de ministro y cuatro años después de que se firmó el contrato para la construcción del proyecto Toachi-Pilatón. El acta de la declaración fue divulgada por el sitio web Dato Certero.
“Ese pago, el Millón de dólares, fue pagado por KLEINFELD, y en esa fecha (2011) Odebrecht operaba con esa offshore”, señaló Tacla. Lo que reafirmaría que el pago de Odebrecht a Mosquera no estaría vinculado a su gestión como ministro sino como empresario privado y negaría relación alguna con el proyecto hidroeléctrico.
En su declaración, Rodrigo Tacla nunca dijo que “se habría pagado un millón de dólares para agilizar el trámite relacionado con la hidroeléctrica Toachi-Pilatón en su fase de ejecución”, como ha asegurado diario el Comercio, señala el sitio Dato Certero.
Otro dato que desvirtúa la teoría de que este pago se deba a la “ejecución” de este proyecto es que el contrato lo suscribió Hidrotapi, de la Prefectura de Pichincha, por un monto de 366 millones dólares, con un plazo de 48 meses, a partir de la primera entrega del anticipo que se realizó el 5 de marzo del 2008 por 112 millones de dólares. Esto excluye a Mosquera del proceso de planificación o adjudicación de dicha obra.
Según información de Dato Certero, habría sido durante el gobierno de Lucio Gutierrez que se buscó beneficiar a Odebrecht. Según la publicación de octubre del 2008 de la Revista Vistazo “en agosto del 2005, el Gobierno brasileño, en representación de su entonces canciller Celso Amorin, visitó Ecuador para analizar la posibilidad que el Banco de Desarrollo financie la construcción de la obra y que sea entregada a Odebrecht”. Pero la constructora no imaginaba que un nuevo Gobierno podría dar por terminado todos los contratos con ella.