Sistemáticamente, desde septiembre de 2016 hasta mayo de 2017, 1.200 trabajadores de tres empresas contratadas por Petroecuador en Esmeraldas fueron desvinculados, supuestamente como efecto de los actos de corrupción que involucró incluso a un exministro de Hidrocarburos.

Entre los argumentos presentados por sus expatronos está el no pago de las planillas por la empresa petrolera, retraso que los ‘obligó’ a desvincular mano de obra calificada y no calificada.

Tras las desvinculaciones, según los denunciantes, quedaron paralizados trabajos en áreas de mantenimiento y controles de proyectos de la Refinería de Esmeraldas, donde recientemente se invirtieron más de 1.200 millones de dólares en su repotenciación de los cual se origina la denuncia de cohecho y enriquecimiento ilícito.