Las FARC y el ELN, las dos principales guerrillas de Colombia, expresaron hoy su voluntad de «sumar fuerzas» para lograr una paz completa en el país, al término de tres días de reuniones.
La cita fue encabezada por líder del ELN, Nicolás Rodríguez, alias «Gabino», y el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias «Timochenko».
«Eso es muy positivo porque qué hemos dicho nosotros siempre: hay un solo proceso de paz, hay un solo fin del conflicto, pueden haber diferentes mesas, lo reconoció muy bien ‘Timochenko’, está mucho más avanzada, está terminada la mesa con las FARC», declaró Jaramillo a periodistas.
El funcionario admitió que aunque «la mesa con el ELN está en otro lugar», indicó que en la medida en que se comparta el esquema de que todos son parte de un mismo proceso para terminar con el conflicto colombiano es «tanto mejor, porque de eso se trata».
Jaramillo admitió que «en sentido estricto» ya no es posible unificar las mesas de diálogo de las FARC y el ELN, ya que con la primera guerrilla se terminó, pero destacó que «en la implementación de los acuerdos con las FARC hay unas enormes oportunidades para todos».
«¿Qué es lo que quisiéramos nosotros? Que no se nos quede atrás el ELN», añadió Jaramillo.
El funcionario detalló que están en el país «los miembros del comité de selección escogidos por las Naciones Unidas, por la Corte Suprema, por la Corte Europea de derechos humanos y otros trabajando en la selección no solamente de los magistrados de la JEP (jurisdicción especial de paz)» y de la comisión de la verdad.
Sobre la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, una de las instancias reglamentadas del sistema de justicia acordado con las FARC, Jaramillo señaló que «sería trágico que se ponga en marcha» como está previsto como parte de los acuerdos de paz «sin que estuviera metido el ELN».
En ese sentido, opinó que se debe «alentar al ELN, decirle: ‘hombre, aquí de lo que se trata es de construir paz en los territorios con la gente'».
El acuerdo con las FARC está en fase de implementación, mientras que las conversaciones con el ELN, que se reanudarán la próxima semana en Quito tras una primera ronda el pasado febrero, están en estadios incipientes con el tema de los secuestros como principal lastre.