Un estudio realizado por el banco BBVA difundido hoy estimó que la economía argentina se expandió un 0,6 % durante el primer trimestre de 2017 y que continuará creciendo a un ritmo promedio superior al 1 % en el resto de trimestres, para acabar el año con un aumento del 2,8 %.

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«El país se mantendrá atractivo para el ingreso de capitales en tanto la actividad económica se siga recuperando y el Gobierno mantenga su objetivo de reducción del déficit fiscal», relató el documento en relación a su estudio del país austral.

Para 2017, el Gobierno de Mauricio Macri, de acuerdo con las metas de la Ley de Presupuesto, espera que la economía se expanda un 3,5 %.

Según el informe elaborado por el Departamento de BBVA Research, las previsiones de crecimiento para 2017 y 2018 son «algo más negativas» en los países latinoamericanos, aunque aseguró que la región saldrá este año de la recesión, pero con crecimiento aún moderado.

Sin embargo, el crecimiento económico mundial esperado es del 3,3 % y 3,4 % en una previsión de dos años, una décima más que en las últimas previsiones realizadas por el banco.

El mejor arranque del año para el BBVA se produjo en la Eurozona y en mayor medida en China, donde se espera un crecimiento de 6,3 % y 5,8 % en los dos años analizados, alrededor de 0,5 % más que hace tres meses.

En Argentina, los datos de cuentas nacionales de 2016 confirmaron que la economía comenzó a crecer «tibiamente» en el tercer trimestre, indicó el informe, y aumentaron el ritmo de expansión un 0,5 % en el último trimestre del año.

En cuanto al Producto Interior Bruto (PIB), las proyecciones de crecimiento seguirán siendo propulsadas por la absorción interna -el gasto total de los residentes y el Gobierno en bienes y servicios- con una contribución de 3,4 %.

Este ligero aumento se debería a una mejora del consumo privado, que compensa la contribución del sector externo, que marca un índice de PIB negativo con un -0,6 %.

También elevaron su proyección de inflación oficial del Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina (Indec) al 19,5 %.

Esto contrasta con la previsión del Ejecutivo, que, para 2017, según la ley de Presupuesto será del 17 %.

Si bien esto representa una desaceleración con respecto a la inflación del 41 % contabilizada el año anterior, que estuvo teñida por el shock de tipo de cambio y tarifas, los datos desprendidos de inflación mensual del primer trimestre no resultan «tan alentadores como se esperaba por la resistencia a la baja de la inflación subyacente».

Por consiguiente, la meta anual de inflación se posiciona entre un 12 % y un 17 %, que según la investigación «sigue resultando lejana aún con el reajuste de las tasas de interés».

El acceso a los mercados de deuda, especificaron, contribuyó a financiar el déficit sin grandes conflictos, algo que estuvo beneficiado por el bajo nivel de endeudamiento con el sector privado que tenía anteriormente el país suramericano.

Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda argentino, anunció metas trimestrales de déficit fiscal para 2017, así como de ingresos, gastos y déficit anuales hasta 2019.

Por este motivo, y porque comenzó a utilizar una nueva metodología para la medición del déficit con «una mayor transparencia» de cara a la población argentina, consideraron que las metas propuestas por el Gobierno son realizables, e implican una baja gradual de alrededor de un punto por año de déficit que culminaría en un 2,2 % del PIB en 2019.

La balanza comercial se espera «levemente superavitaria» en 2017, pero se reducirá respecto del 2016 debido a un alza más fuerte en las importaciones que en las exportaciones.

«Esperamos que el superávit comercial se erosione a medida que la actividad económica se recupera pero que el déficit en cuenta corriente se mantenga estabilizado entorno a 3 % del PIB», argumentaron.