El Air Force One aterrizó en el aeropuerto romano de Fiumicino minutos antes de las 18.30 hora local (16.30 GMT), según lo previsto, procedente de Tel Aviv, de donde partió hoy Trump tras haber visitado Arabia Saudí, Israel y Cisjordania.
El mandatario y su esposa, Melania, fueron recibidos a pie de pista por la delegación italiana, encabezada por el ministro de Exteriores, Angelino Alfano, así como por representantes eclesiásticos.
El matrimonio Trump, sin actividades públicas previstas para hoy, y la delegación oficial que les acompaña se alojarán en Villa Taverna, la residencia del embajador de Estados Unidos en Roma.
La última jornada de Trump en Oriente Medio y su llegada a Roma ha estado marcada por las reacciones al atentado suicida de la noche del lunes en un concierto en Manchester (Reino Unido), donde murieron al menos 22 personas, varias de ellas menores, y otras 59 resultaron heridas.
«Quiero comenzar ofreciendo mis oraciones para el pueblo de Manchester, en Reino Unido, expresar mis condolencias a los heridos en el ataque terrorista y a las familias de las víctimas. Tengo absoluta solidaridad con el pueblo de Reino Unido», señaló Trump desde Belén en una rueda de prensa conjunta con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.
El mandatario lamentó «la pérdida de vidas de tantos jóvenes inocentes» por «la maldad», y enfatizó sobre los terroristas: «No les voy a llamar monstruos, porque les gustaría ese nombre. Les voy a llamar perdedores, porque eso es lo que son, unos perdedores».
Además, antes de llegar a Roma, Trump urgió en su cuenta de Twitter a «todas las naciones civilizadas» a unirse para «proteger la vida humana» y el «derecho sagrado» de los ciudadanos «a vivir en seguridad y paz».
Desde primera hora de este martes se activó en Roma un fuerte dispositivo de seguridad para las 19 horas que Trump permanecerá en la ciudad y que establece la continua vigilancia de las zonas por las que pasará, la presencia de francotiradores y cortes de tráfico.
El miércoles, a las 08.30 hora local (06.30 GMT), Trump se reunirá con el papa en el Vaticano y, debido a que se celebra la audiencia general y la zona estará repleta de fieles, el presidente estadounidense entrará en el recinto por la puerta del Perugino, en lugar de acceder por la Via de la Conciliazione como otros jefes de Estado.
La audiencia que el pontífice concederá a Trump será como las ofrecidas a cualquier otro jefe de Estado o de Gobierno, de una duración de unos 20 minutos y con poco espacio para las sorpresas por la rigidez y rutina del protocolo.
Al encuentro llegan ambos con posturas sobre el calentamiento global o la crisis de refugiados claramente dispares, pero también con una disposición manifiesta al diálogo y a un acercamiento.
«Yo jamás hago juicios sobre una persona sin escucharlo. Yo le escucharé y diré lo que pienso. Lo importante en cualquier situación es buscar las puertas que no están cerradas. Seguir adelante y paso a paso», dijo el papa al regreso de su reciente viaje a Fátima (Portugal).
Trump acudirá a su encuentro con el pontífice dispuesto a escuchar y sin dogmas, porque siente un «gran respeto» hacia el papa, según la Casa Blanca.
Después de ver al papa, Trump irá al palacio del Quirinale para su reunión con el jefe de Estado italiano, Sergio Mattarella, y más tarde en la residencia del embajador estadounidense se reunirá con el primer ministro, Paolo Gentiloni, para intercambiar opiniones antes de la cumbre del G7 a la que ambos asistirán en la ciudad siciliana de Taormina.
La primera dama de EEUU, Melania Trump, tiene previsto visitar un hospital pediátrico cercano al Vaticano, mientras que la hija mayor del presidente, Ivanka, estará en el barrio de Trastevere en un encuentro sobre tráfico de personas en la sede del movimiento católico Comunidad de San Egidio.
Está previsto que a las 13.55 hora local (11.55 GMT) Trump abandone Roma para dirigirse a Bruselas, donde participará en la cumbre de la OTAN, y retornará a Italia el jueves por la noche para la reunión de líderes del G7 que acogerá la ciudad siciliana de Taormina.
Fuente: EFE