En sus primeras declaraciones, Kuczynski reiteró la importancia de mantener los lazos de amistad entre ambas naciones. Habló poco tiempo con la prensa al bajar del avión de la Fuerza Aérea Peruana. Tenía que dirigirse a un hotel en el norte de Quito.
Ahí se había preparado un acto especial por parte del Municipio de Quito. El alcalde, Mauricio Rodas, le entregó las llaves de la ciudad y resaltó la importancia de gobernantes que respetan la “democracia y defienden la libertad”.
El Presidente recibió como regalo una figura de la virgen de Quito y un distintivo que le fue colocado en el pecho.
El alcalde Rodas se encargó de entregarle también el documento a través del cual se lo declaró huésped ilustre. El Mandatario peruano agradeció el gesto y la bienvenida. “Yo no había estado en Quito en varios años”, comentó Kuczynski.
“Realmente les agradezco y seguimos trabajando juntos Ecuador-Perú, Perú-Ecuador, siempre”.