En medio de una disputa por quién reemplaza al contralor general del Estado, Carlos Pólit, envuelto en las investigaciones por el caso Odebrecht y quien está con licencia fuera del país, el fiscal Juan Carlos Zúñiga entró ayer a este organismo de control con la Policía Nacional y se tomaron las instalaciones.
Cerca de las 15:00, Zúñiga pidió ingresar por una diligencia urgente, pero los guardias de la Contraloría le cerraron el paso. Fue entonces que dijo que se trataba de una acción por un delito flagrante y entró con la policía. No hubo más detalles de esta acción.
Los uniformados bloquearon los accesos y prohibieron la entrada y salida de personal, incluso de algunos usuarios.
El personal de la Fiscalía ordenó que nadie saque documentos.
Desde el interior del edificio, la exasambleísta Cristina Kronfle, del Partido Social Cristiano, describió el “alboroto” a través de su cuenta en Twitter. Ella trabaja ahí desde el pasado 1 de junio para colaborar con los grupos de atención prioritaria, y contó que se había desconectado el sistema informático y de comunicación. “¿Por qué? ¿Para qué? El fiscal no dispuso tal acción. Parece película esto”.