Martinelli fue arrestado al caer la tarde del lunes en su casa en Coral Gables, en el sur de Miami (Florida, sureste de EEUU), y está recluido en una prisión federal, informó el diario local Miami Herald citando a la policía.
El exmandatario, que gobernó el país canalero entre 2009 y 2014, comparecerá en una audiencia ante un juez el martes por la mañana, añadió el diario.
La detención se produjo pocos días antes de la visita el 19 de junio del presidente panameño, Juan Carlos Varela, a la Casa Blanca, donde será recibido por Trump.
En Panamá, Carlos Carrillo, uno de los abogados de Martinelli, dijo a los periodistas que su equipo legal en Panamá «no va a dar declaración alguna sobre su situación legal en estos momentos», algo que -indicó- solo harán sus abogados en Miami.
La Corte Suprema de Justicia de Panamá acusa al exmandatario (2009-2014) de ordenar la intervención de teléfonos y correos electrónicos de unos 150 opositores a su gobierno. El gobierno panameño solicitó a Estados Unidos la extradición de Martinelli por este caso.
El mes pasado la Interpol emitió «alerta roja», acogiendo la petición de la justicia panameña de detenerlo.
Carrillo indicó «la defensa del expresidente Martinelli va a ejercer todos los derechos y garantías que le consagra el Estado de derecho».
Agregó que «es totalmente falso que se le haya negado solicitud alguna», en lo que sería una alusión a un pedido de asilo en Estados Unidos, donde sus abogados «están atendiendo los trámites correspondientes al caso».
Desde el fin de su mandato se han abierto 200 investigaciones sobre su gestión, según la sección panameña de Transparencia Internacional, mientras la justicia ha admitido cerca de una decena de denuncias en su contra.
Entre los casos figura la presunta sobrefacturación en un contrato de $ 45 millones por la compra de comida deshidratada para escuelas públicas, uso de cuentas secretas para cometer fraudes, cobro de comisiones por evasión fiscal e indultos cuestionados.
Martinelli reside en Miami desde enero de 2015.