El Consejo tendrá un tiempo para desarrollar su reglamento de operación. Cuatro sectores empresariales prevén participar en este organismo: la Federación Nacional de Cámaras Artesanales (Fenaca), la Cámara Nacional de la Pequeña Empresa (Canape), el colectivo Proponle al Futuro y el Comité Empresarial Ecuatorianos (CEE). Aunque cada uno trabaja de manera independiente y tiene su propia agenda hay dos temas en los que coinciden: ajustes tributarios y laborales.
Tres gremios plantean la eliminación del anticipo al impuesto a la renta y Proponle habla de un ajuste a la fórmula de cálculo. Coinciden en que el tributo resta liquidez a las firmas cuando la situación económica aún es difícil. Entre enero y abril de este año frente al mismo período del 2016 la recaudación del anticipo creció 25%, según el Servicio de Rentas Interna (SRI).
Los gremios también plantean ajustes al impuesto a la salida de divisas (ISD). El CEE, que aglutina a 70 agrupaciones empresariales, plantea una reducción progresiva, explicó su director Roberto Aspiazu. Mientras que Édison Garzón, del colectivo ProponLe, afín al Régimen, planteó incorporar más exoneraciones dependiendo del sector productivo.
El directivo planteará que el Consejo Productivo trabaje hasta finales de noviembre básicamente en los temas tributarios, a fin que de remitir a la Asamblea Nacional una sola reforma tributaria, con el carácter de urgente. La idea es que los ajustes entren en vigencia el 1 de enero del 2018. Otros temas por fuera de lo tributario se tratarán -según dijo Garzón- en unas 25 mesas que se conformarán con los sectores más representativos de la economía del país.
Los gremios también proponen cambios a los mecanismos de contratación laboral. Específicamente buscan que se generen nuevos tipos de contrato de acuerdo con las particularidades de cada sector. En entrevista con este Diario, el ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, dijo que esta será una de sus líneas de trabajo.
Otras propuestas giran en torno a la posibilidad de facilitar los trámites para la contratación de los trabajadores, el pago de salarios en función de la producción y no del tiempo de trabajo, la afiliación al IESS de los artesanos, entre otros. Los gremios de artesanos y de la pequeña empresa plantearán que se creen vías de financiamiento, en especial desde la Corporación Financiera Nacional (CFN); campañas de compra de productos locales; entre otros puntos.
Un tema en el que, en cambio, no coinciden los empresarios es sobre las barreras a las importaciones. Durante una reunión con el vicepresidente Jorge Glas, el pasado jueves 8 de junio, la Canape planteó buscar mecanismos de restricción alternativos a la salvaguardias para calzado, alimentos, textiles, ciertos químicos, artículos de metalmecánica, etc.
“Tiene que analizarse técnicamente. Vamos a tener problemas más adelante. En una economía dolarizada necesitamos que ingrese dinero y no salgan divisas”, dijo su titular, Marco Carrión. Esto generó un fuerte rechazo de parte de otros gremios que consideran que un comercio exterior regulado aumenta los costos de producción, reduce el consumo e impacta en el dinamismo de las empresas.
Para los exportadores, una restricción no es sostenible en el largo plazo. Lo que se debe hacer es impulsar la producción, aumentar las exportaciones y atraer las inversiones. En el marco de la política de comercio exterior, este sector, que es parte del CEE, plantea más acuerdos comerciales, principalmente con EE.UU.