El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, defendió los cambios durante una conferencia de prensa, y aseguró que «están siendo ampliamente alabados como un paso en la dirección correcta para empoderar al pueblo cubano».
Preguntado por si Trump se plantea imponer más sanciones a Cuba para presionar por temas como los derechos humanos o la entrega de fugitivos buscados por la Justicia estadounidense, Spicer dijo que hay que «darle tiempo» a la política recién anunciada por el mandatario, y no adelantar acontecimientos.
«La pieza principal de lo que hizo el presidente fue allanar el terreno para empoderar al pueblo cubano para que desarrolle una mayor libertad económica y política», subrayó el portavoz.
Spicer recordó que cambiar la política hacia Cuba «fue una promesa de campaña» de Trump antes de las elecciones presidenciales de 2016, cuando buscaba votos en Florida.
«En lugar de dar poder al Ejército cubano mediante su capacidad de controlar el dinero que entra, y que no estaba llegándole a la gente, las acciones que el presidente tomó el viernes van a ayudar a empoderar al pueblo y asegurar que no solo mantiene su promesa de que el pueblo estadounidense siga la ley, sino que haya un resultado mayor, de empoderar al pueblo cubano», agregó.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, criticó hoy duramente el cambio de política de Trump, y en particular su decisión de no hacer más avances en el proceso de normalización si no Cuba no da pasos concretos hacia la celebración de «elecciones libres».
La oposición interna cubana, por su parte, se ha dividido entre el «regocijo» expresado por la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y la decepción de otros disidentes, como Manuel Cuesta Morúa.
La mayoría de los países de Latinoamérica han guardado silencio ante el giro anunciado por Trump, más allá de las críticas abiertas de aliados del Gobierno cubano como Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
Preguntado hoy al respecto en una entrevista con Efe, el canciller de México, Luis Videgaray, dijo que la «enorme tenacidad» de Cuba le servirá para protegerse de la decisión de Trump, y exhortó al «diálogo, acuerdo y concertación» entre ambos países.
El subsecretario adjunto de Estado de EE.UU. para Suramérica, Michael Fitzpatrick, dijo hoy que está por ver cómo reciben los países del continente los cambios hacia Cuba anunciados por Trump, pero defendió que los objetivos de Washington en la isla siguen siendo los mismos que antes.
«Creo que, al final, cuando la gente mire a los detalles de lo que contendrán las nuevas regulaciones (que aún tardarán meses en completarse), creo que la gente reconocerá que los objetivos no han cambiado tan drásticamente», aseguró Fitzpatrick en una conferencia de prensa telefónica.
Esos objetivos siguen siendo «hacer que el régimen rinda cuentas por su opresión y violaciones de derechos humanos, e impulsar los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos y el pueblo cubano», precisó el funcionario.
Fuente: EFE