El organismo de Naciones Unidas especializado en educación, ciencia y cultura inscribió la ciudad vieja de Hebrón en dos listas: la del patrimonio mundial y la del patrimonio en peligro.
La localidad cisjordana tiene una población de 200.000 palestinos y cientos de colonos israelíes, que viven en un enclave protegido por soldados cerca del lugar sagrado que los judíos llaman la tumba de los Patriarcas y los musulmanes, la mezquita de Ibrahim.
La votación es «un éxito en la batalla diplomática llevada a cabo por los palestinos en todos los frentes ante las presiones israelíes y estadounidenses», celebró el ministerio palestino de Exteriores en un comunicado.
«A pesar de una frenética campaña israelí que consistió en difundir mentiras y manipular los hechos relacionados con los derechos de los palestinos, el mundo ha reconocido nuestro derecho de inscribir Hebrón y la mezquita de Ibrahim bajo soberanía palestina», añadió el ministerio.
«La decisión de la Unesco sobre Hebrón y la tumba de los Patriarcas es una mancha moral. Esta organización irrelevante promueve una HISTORIA FALSA. Vergonzoso para la Unesco», tuiteó, por su parte, el portavoz del ministerio de Exteriores, Emmanuel Nahshon, poco después de la votación.
El comité de la Unesco, reunido en la ciudad polaca de Cracovia, aprobó esta medida con 12 votos a favor, tres en contra y seis abstenciones.
Los palestinos afirman que la ciudad vieja de Hebrón está amenazada por un aumento «alarmante» del vandalismo contra propiedades palestinas en la zona, unos actos que atribuyen a los colonos israelíes.
Y por ello pidieron a la Unesco que declarara el casco antiguo «zona de valor universal excepcional».
Un lugar conflictivo entre Israel y Palestina
Los responsables israelíes consideran que la resolución sobre Hebrón, que califica esa ciudad de «islámica», niega una presencia judía que se remonta a 4.000 años atrás.
Antes del voto, el ministerio de Exteriores israelí había avisado que la inscripción de la ciudad en el patrimonio mundial de la Unesco sería un paso más en «la politización de la organización».
En mayo, Israel había rechazado una resolución de la Unesco sobre el estatuto de Jerusalén que definía al Estado hebreo como «una potencia ocupante», y hace poco impidió que investigadores del organismo visitaran Hebrón.
En medio siglo de ocupación israelí, Hebrón se convirtió en un lugar de conflicto permanente. Los colonos, protegidos por cientos de militares, viven en un enclave en el centro de la ciudad, y los palestinos tienen parcialmente prohibido el acceso a esa zona y a las calles cercanas.
En tiempos del mandato británico en Palestina, una comunidad judía vivía en Hebrón antes de verse obligada a desplazarse, a raíz del asesinato de 67 judíos en 1929.
En la actualidad, las tiendas del mercado del casco antiguo están casi todas vacías. Y los comerciantes aseguran que han instalado redes sobre los puestos para protegerse de las botellas y demás objetos que les lanzan los colonos.
Según la Unesco, la lista del patrimonio mundial en peligro tiene por objeto «informar a la comunidad internacional de las condiciones (conflictos armados, catástrofes naturales, etc.) que amenazan las características que justificaron la inscripción de un bien en la lista del patrimonio mundial y alentar la aplicación de medidas correctivas».