El acuerdo prevé la exploración de 200 pozos para incorporar dentro de tres años 105.000 barriles de crudo diarios a la producción de la estatal Pdvsa, actualmente de 1,9 millones de barriles por día.
«La inversión inicial serán 200 millones de dólares, de un proyecto global a tres años donde se invertirán 1.300 millones de dólares», detalló el ministro venezolano de Petróleo, Nelson Martínez.
La empresa desarrolla desde hace dos años proyectos en Venezuela, que alberga las mayores reservas petroleras del mundo, recordó el ministro.
Durante la firma del convenio, Maduro comentó que Venezuela -sumida en una grave crisis económica a raíz de la caída de los precios del crudo- necesita inversión internacional.
«Venezuela sola no va a poder», admitió el mandatario socialista, acosado por protestas opositoras que dejan 95 muertos desde el pasado 1 de abril y tienen al país semiparalizado.
La consultora Ecoanalítica estima en 9.000 millones de dólares el déficit fiscal de Venezuela para 2017, calculado con el petróleo a precio de 42,5 dólares por barril.
Esta semana el crudo venezolano cerró en 41,60 dólares. El crudo aporta 96% de las divisas en este país dependiente de las importaciones, por lo que los menores ingresos acentuaron la escasez de todo tipo de bienes básicos y minaron la popularidad del gobierno.
«Dígale a todos en Estados Unidos que estamos listos para buenos negocios», afirmó Maduro, dirigiéndose al presidente de la compañía, Tom Swanson.
También expresó su deseo de reunirse con Trump para normalizar las tensas relaciones. Ambos países carecen de embajadores desde 2010.
«Dígale al presidente Donald Trump que un día aspiro a (…) hablar face to face (cara a cara) en términos de respeto, de los beneficios de tener buenas relaciones», afirmó el gobernante, que acusa a Washington de apoyar planes de la oposición para derrocarlo.
Maduro dijo también que su gobierno planea «fortalecer» la legislación en materia de inversiones con una Asamblea Constituyente, cuyos integrantes serán elegidos el próximo 30 de julio.
Fuente: El Telégrafo