Más de 50 agentes civiles de Tránsito trabajarán durante las 24 horas para realizar las inspecciones físicas visuales a cada unidad antes de que salga de la terminal.
Desde la Terminal Quitumbe se tiene previsto que saldrán 4 313 buses y desde Carcelén 1 880, según informó la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop).
«La inspección física consiste en una revisión de los neumáticos con un profundímetro y el estado de ventanas, parabrisas, extintores y botiquín», explicó Francisco Arauz, director de fiscalización de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT).
Una vez que la unidad haya aprobado esta inspección, los agentes revisan la vigencia de la licencia del conductor y la cantidad de puntos que posee.
Asimismo se comprueba la vigencia de la matrícula y la revisión técnica vehicular. Finalmente el conductor deberá someterse a una prueba de alcoholemia. Una vez cumplido este proceso las unidades obtienen la frecuencia para poder salir de la terminal con pasajeros.
«Si las unidades no cumplen alguno de estos puntos simplemente no salen de la terminal», señaló Arauz. Durante el primer semestre del 2017 la AMT inspeccionó 208 742 buses en la Terminal Quitumbe, de ellos 557 no obtuvieron el permiso para salir.
Mientras tanto en Carcelén 91 832 fueron revisados y 371 suspendidos por no cumplir los requisitos de seguridad. En caso de que existan irregularidades durante el trayecto los pasajeros pueden denunciarlas al ECU 911.
Fuente: El Comercio