Esta no sería la primera vez que las ventas de armas aumentan después de un tiroteo masivo.
Las ventas de armas cortas aumentaron en un 62% en diciembre de 2015, después de la masacre de San Bernardino donde murieron 14 personas, y después de los ataques terroristas de París en noviembre de 2015, según Rommel Dionisio, director de la compañía Aegis Capital y experto en la industria de las armas.
Y las ventas aumentaron durante varios meses después del ataque en el club nocturno Pulse, en Orlando, Florida, el junio de 2016, en el que murieron 49 personas. Las ventas de armas aumentaron cerca de 20% en junio, julio y agosto de 2016.
La masacre en Las Vegas dejó 59 muertos y más de 500 heridos y podría hacer que los estadounidenses comiencen a comprar más armas.
“Este evento en Las Vegas podría generar el aumento en el corto plazo de armas de fuego pues las personas están preocupadas por su seguridad personal”, dice Dionisio.
Las armas son ya un gran negocio. Los estadounidenses compran entre 15 y 16 millones de armas de fuego cada año, estima Dionisio. Según una investigación de IBISWorld, las tiendas de armas y municiones obtuvieron 8.600 millones de dólares en ingresos en 2016.
Un alza en la ventas no está garantizado. Pero los inversionistas parecen haberle apostado a una este lunes, aumentando en un 6% las acciones de Sturm Ruger. American Outdoor Brands, anteriormente conocida como Smith & Wesson, ganó cerca de 7%.
Las acciones de las empresas de armas aumentaron tanto después de los tiroteos de Pulse como de San Bernardino, debido en parte a las promesas del presiente Barack Obama de endurecer las leyes sobre las armas. El miedo a las regulaciones más estrictas tiende a hacer que las personas vayan a comprar más armas mientras puedan, pero esas leyes más estrictas nunca se materializaron.
Los minoristas se abastecieron de armas de fuego durante la campaña presidencial de 2016, anticipando una estampida de compradores en caso de que Hillary Clinton fuera elegida como presidenta de Estados Unidos y promoviera la restricción de ventas de armas.
En cambio, Trump ganó, y las ventas de las armas cayeron, ya que parece improbable que su gobierno vaya a fortalecer leyes de control de armas. Como resultado, las acciones de las armas de fuego han sido en su mayoría más bajas desde las elecciones.
Sin embargo las ganancias aumentaron cuando se conoció la noticia de que el presidente está considerando la posibilidad de flexibilizar las leyes de exportación, una medida que facilitaría la venta de armas estadounidenses en el extranjero.
Fuente: CNN en Español