«Hace 7 años, los congresistas demócratas quebraron el sistema de salud», dijo el mandatario desde Washington.
«La competencia será increíble porque la aseguradoras estarán batallando por tener más clientes», añadió.
El decreto ordenaría a las agencias federales estudiar cómo hacer más fácil que las pequeñas empresas, y posiblemente las personas, se unan y compren un seguro de salud, dijo este jueves un alto funcionario de la administración.
Por otra parte, el decreto permitiría a los consumidores comprar pólizas a corto plazo, que no tienen que cumplir con las protecciones de Obamacare para aquellos con condiciones preexistentes. Además, se busca ampliar la capacidad de los empleadores para dar dinero a los trabajadores para comprar su propia cobertura.
Los cambios podrían tardar seis meses o más en entrar en vigor, dijo el funcionario.
Los partidarios dicen que estos movimientos harán que el seguro de salud sea más asequible para millones de personas.
Los críticos, sin embargo, temen que el decreto pueda liberar estos planes de salud de varias regulaciones claves de Obamacare y de la supervisión estatal, permitiéndoles vender planes con primas más bajas y menos beneficios a través de líneas estatales. Eso podría afectar a los clientes más jóvenes y saludables de Obamacare y disparar los costos para las personas más enfermas que quedan en los intercambios.