Esas palabras de Rafael Correa fueron registradas este viernes 22 de septiembre del 2017 por la agencia AFP, durante una visita del exmandatario ecuatoriano a Bogotá, Colombia. Correa, retirado temporalmente de la política en Bélgica, se encuentra en medio de una pugna con el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, quien desde el inicio de su gestión, el 24 de mayo del 2017, ha impulsado el diálogo con distintos sectores excluidos o cuestionados por el gobierno durante una década de correísmo, como la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) o los directivos de los medios de comunicación privados.
“Si siguen destruyendo lo logrado, vamos a impulsar una Asamblea Nacional Constituyente, y si se impulsa esa Asamblea Nacional Constituyente, tendré que volver como candidato”, afirmó Correa, en el marco de una visita académica a Bogotá, Colombia, para una conferencia en la Universidad Nacional.
“Yo quería retirarme al menos por algunos años y probablemente de forma definitiva (…), pensaba retirarme y estaba tan calmado, que dije: ganamos gracias al pueblo ecuatoriano, mayoría en la Asamblea, ganamos la Presidencia y ahora es peor que si hubiera ganado la oposición, con mucha más maldad, con mucha más mentira, con mucha más desvergüenza”.
“Buscan inhabilitarme como a Lula, buscan bajar la reelección indefinida, pero no solo eso: buscan meterme preso, es la judicialización de la política”, dijo Correa, según la agencia AFP. En el diálogo, Correa defendió a Jorge Glas, procesado en Ecuador por el caso Odebrecht. “Conozco de toda la vida a Jorge Glas, hemos trabajado juntos, no solo que jamás ha robado un centavo, ha expuesto su vida para evitar que roben un centavo (…) No hay media prueba contra Jorge Glas, pero ya la prensa lo condenó (…) Si demuestran que Jorge Glas ha recibido 20 centavos, soy el primero en pedir que vaya a la cárcel, pero demuéstrenlo, pero no por odio hagan tanto daño”.
“Es terrible, es tremendamente doloroso, tremendamente ingrato, tremendamente injusto. Esta gente está aplicando el programa de la oposición, nos está persiguiendo, nos está haciendo quedar como corruptos, como inútiles. Es una deslealtad, una ingratitud terrible y se atreven a decir que no están traicionando a la revolución cuando cuestionan el manejo económico, que ha sido extraordinario”. “De Moreno siempre supimos que era un tipo sin convicción, no sabíamos que era un traidor y un mediocre, (bueno) mediocre sí sabíamos un poco (…), pero no sabíamos que era tan desleal, tan malo, tan perverso (…) Todavía no cambia la política internacional en parte por la canciller (María Fernanda Espinosa), que tiene principios ideológicos, aunque se ha portado muy mal también. Ahorita no quiere abrirse un nuevo frente interno (…) porque hay gente ideológica que quiere continuar con la política internacional soberana, latinoamericana (…), pero es cuestión de tiempo para que eso también cambie”, dijo Correa.
El último lunes 18 de septiembre del 2017, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno -quien según sondeos goza de la aprobación de 7 de cada 10 ecuatorianos- anunció que convocaría a una consulta popular, para una reforma política, para fortalecer la democracia.