Abellán alternó en una corrida goyesca con su compatriota Francisco Rivera Ordóñez y los ecuatorianos Diego Gaibor «El Carmelo» y Sebastián Peñaherrera.
En la plaza «Raúl Dávalos», de Riobamba, que tuvo escasa afición con un cuarto de entrada, se lidiaron toros de las dehesas de Triana, El Pinar, Campo Bravo y Ortuño, con mejor juego y bravura que los lidiados la segunda tarde de feria.
Rivera Ordóñez no pudo lucirse con el primero de su lote, un toro manso de El Pinar con 450 kilos. Lo recibió con una tanda de verónicas y durante la muleta, cuando pudo entender mejor al toro, pudo hacer una serie de naturales y forzados de pecho. Logró una faena con un toro complicado. Falló en el estoque. Descabello y aplausos.
En su segundo de la tarde, «Gobernadito», un burel de Triana de 444 kilos, hizo una faena mejor con el capote con varias verónicas con la rodilla en tierra y de pie. Agarrado de la tabla, con la muleta estuvo destacado con varios naturales, y luego no pudo completar su labor cuando el toro empezó a recortar el viaje. Aplausos al torero que saludó desde el tercio y pitos al toro.
Abellán se mostró entregado con su lote. Al primero, un colorado de El Pinar de 446 kilos, lo recibió con una larga cambiada y varias verónicas. Tumbo del picador. En la muleta decidió torearlo con pases por la espalda, varios muletazos a media altura y una serie de naturales que demostraron elegancia. Oreja.
A su segundo toro, un corniabierto de 464 kilos de Triana, no logró torearlo con el capote, pero en la muleta ejerció su dominio y muy empleado durante toda su faena con varias tandas de naturales y pases por derecha. Descabello, oreja.
El torero riobambeño «El Carmelo», se puso al frente de un toro manso de Triana de 422 kilos, que luego de rehuir a la pica recibió dos pares de banderillas negras como castigo. No logró hacer una faena con el capote, pero el astado cambió la lidia en la muleta que acudía con ritmo al trapo. Luego de varias tandas de naturales despachó a su astado con una estocada desprendida. Descabello. Aplausos.
A «Camaleón» de Campo Bravo, su segundo de la tarde y el mejor de toda la corrida por su bravura y formas, no logró sacarle provecho. Con el capote pudo hacer varias verónicas. En la muleta tuvo un toreo deslucido con pases sueltos que no consiguieron completar las tandas. Estocada perpendicular. Silencio al torero, vuelta al ruedo y aplausos al toro.
El rejoneador Sebastián Peñaherrera, quien debió presentarse el día anterior, toreó un novillo de Ortuño, un burel bravo y bien presentado. Oreja.
Abellán lamentó la ausencia de público y dijo a la Efe que lo atribuía al terremoto de magnitud 7,8 en la escala abierta de Richter, que asoló el pasado 16 de abril algunas zonas del norte de la costa ecuatoriana.
Él y sus compañeros Enrique Ponce, Alberto López Simón y Rivera Ordóñez donaron sus muletas e implementos para que sean rifados, a fin de apoyar a los damnificados con el dinero recaudado.