Uno de cada 42 inmigrantes que cruza la ruta del centro del Mediterráneo, que separa al norte de África de Italia, murió este año, informó este viernes la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur).

Agencia Andes

 «Esto vuelve al 2016 hasta ahora como el año más mortal registrado en el centro del Mediterráneo», señaló la agencia en un comunicado en el que se muestra que esa cifra en 2015 fue de un fallecido por cada 52 migrantes.

«Las posibilidades de morir en la ruta de Libia a Italia son diez veces más elevadas que cuando cruzaban de Turquía a Grecia», agrega el comunicado.

De acuerdo con las cifras más recientes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 278.327 inmigrantes y refugiados han llegado a las costas europeas por mar en lo que va de 2016.

La cifra de víctimas de la OIM muestra que 2.731 inmigrantes han muerto en el paso del centro del Mediterráneo, en comparación con los 386 de la ruta del este del Mediterráneo que separa a Turquía y Grecia.

Cincuenta y cuatro individuos más se han ahogado en las rutas del oeste del Mediterráneo y del oeste africano. Todas estas cifras son substancialmente mayores que la cifra de muertos de 2015 en el mismo periodo.

Medio millón de niños recurren a contrabandistas para llegar a Europa

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió este viernes que unos 500.000 niños inmigrantes han recurrido a contrabandistas para llegar a destinos europeos desde enero de 2015 como resultado de los retrasos y la desesperación.

Aunque el flujo de inmigrantes a Europa ha disminuido este año, los grupos criminales han usado las rutas de contrabando de drogas y armas establecidas para burlar las políticas de migración más estrictas, explicó Unicef.

«Cerrar las fronteras oficiales es como cerrar las puertas, pero dejar las ventanas abiertas, eso sólo obliga a los niños, en especial a los que no van acompañados, a tomar mayores riesgos», señaló en un comunicado la coordinadora especial de la Unicef para los Refugiados y la Crisis de Migrantes en Europa, Marie-Pierre Poirier.

«Los países deberían estar construyendo sistemas de protección más fuertes para los niños, no construir muros más elevados», agregó la funcionaria.

Estas tendencias significan también grandes negocios para los contrabandistas, muchos inmigrantes pagan hasta 3.000 euros por una sola etapa de su viaje. Esto significa que muchos niños se encuentran endeudados con los contrabandistas, lo que los pone en un gran riesgo de explotación, explicó Unicef.

Los informes han documentado niños sin compañía tanto en Francia como en Italia que tienen que pagar sus deudas con trabajo forzado, servicios sexuales u obligados a cometer delitos.