Tras las encuestas a boca de urna tras la elección presidencial de segunda vuelta en Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro alcanzó un 56 % de votos, frente al representante del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad con 44 % de votos.

EFE

Los brasileños eligieron este domingo a Bolsonaro como presidente que durante los próximos cuatro años gobernará la mayor economía latinoamericana.

Bolsonaro, un excapitán del Ejército, de 63 años, logró capitalizar la decepción y la rabia de una población golpeada por años de recesión y estancamiento y hastiada de los escándalos de corrupción.

Su contrincante, Fernando Haddad, profesor y exalcalde de Sao Paulo, de 55 años, candidato del Partido de los Trabajadores (PT) en sustitución de su líder histórico, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), que purga desde abril una pena de 12 años de cárcel por corrupción y lavado de activos, no logró los votos deseados.

En la primera vuelta, Bolsonaro obtuvo 46% de los votos, frente a 29% para Haddad.

Desde temprano los simpatizantes de Bolsonaro se concentraron frente a su casa, en el exclusivo barrio de Barra de Tijuca, en Río de Janeiro. Desde alí el candidato del partido Social Liberal (PSL) , desde donde dirigió toda su campaña a través las redes sociales tras sufrir una puñalada en un mitin callejero a principios de septiembre.

 
Antes de caer la noche ya eran una multitud envuelta en banderas de Brasil, que festejaba a rabiar el triunfo del exmilitar aun sin conocer los resultados de boca de urna.

El ultraderechista, con una activa campaña en las redes sociales, ganó popularidad con las promesas de liberalizar el porte de armas para combatir una inseguridad galopante y de librar una guerra sin cuartel contra la corrupción.

Incertidumbre en Brasil

A inicios de mes, un sondeo de Datafolha mostró que 88% de los brasileños se sienten «inseguros», 79% «tristes por la situación del país», 78% «desanimados», 68% con «rabia» y 62% con «miedo del futuro».

En caso de victoria de Bolsonaro, su gurú económico, Paulo Guedes, tratará de lanzar un programa de privatizaciones para reducir la deuda y reactivar la economía, que viene de dos años de recesión y dos más de débil crecimiento.

El próximo presidente de Brasil deberá tratar con un Congreso con partidos debilitados por los escándalos y dominado por los lobbies conservadores del agronegocio, las iglesias evangélicas y los defensores del porte de armas.

Fuente: El Universo – Nota original: LINK