La marca de las elecciones ha sido la polarización, fue la interpretación del analista político, Hernán Reyes, en torno a la segunda vuelta electoral entre Daniel Noboa y Luisa González. Se trata de dos grandes fuerzas políticas que, desde la primera vuelta, ya avizoraban una definición cerrada.
“Desde la primera vuelta, esto se convirtió en un balotaje”, dijo.
Reyes consideró que, una de las particularidades de la segunda vuelta es el post-debate electoral en el que aún se queman los últimos cartuchos de las acusaciones hechas por cada candidato. Del lado de la candidata del correísmo, Luisa González, surgieron señalamientos a Noboa acerca de Noboa Trading y supuestos vínculos con el narcotráfico, mientras que el Primer Mandatario acusó a González de su cercanía con el régimen de Nicolás Maduro, además de estructuras de tráfico de drogas.
Por ello, adelantó que, durante los próximos días, ambos acentuarán el cruce de señalamientos. Sin embargo, señaló, esto no debería generar un discurso violento.
“En estas últimas dos semanas, sacarán todo el arsenal y seguramente subirán de tono las acusaciones que se dieron en el debate”, dijo.
Hasta el 10 de abril, los candidatos tendrán la posibilidad de presentar sus propuestas y realizar campaña electoral. Algo que, según Reyes, ya se ha evidenciado en los últimos días para conseguir los “votos flotantes”. En el caso de Noboa, este se ha mostrado más cercano al territorio y se presentó en provincias costeras como Esmeraldas y Manabí. Por su parte, González ha recorrido mayormente zonas de la Sierra Centro para captar este sector del voto.
A esto, se suman los votos duros del movimiento indígena concentrados por Pachakutik con Leonidas Iza. Esto, en medio de una división de las organizaciones que en parte han mostrado su respaldo a Daniel Noboa, y otras facciones, sostienen su apoyo a Luisa González.
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