El aeródromo manabita estaba siendo utilizado únicamente como vía de abastecimiento y socorro de la población de las zonas afectadas por el terremoto de 7,8 grados ocurrido el 16 de abril y para la evacuación de heridos hacia las casas de salud de Quito y Guayaquil.
Sin embargo, los daños ocasionados por el sismo en la infraestructura obligaron a la suspensión de las actividades de tipo comercial.
La terminal aérea emergente fue construida por el consorcio Quiport, administrador del aeropuerto quiteño en Tababela, como un aporte del grupo empresarial para ayudar a enfrentar el desastre.