Además, para el alcalde Rodas, la interpretación que hizo la Contraloría sobre el proceso de investigación sobre el contrato para la Construcción de la Línea 1 del Metro de Quito, no es la adecuada.
Tras el examen especial, la Contraloría hizo predeterminaciones por USD 5,2 millones y ordenó la destitución del gerente del proyecto, Mauricio Anderson. “Recordemos que el proyecto del Metro de Quito no se rige por la Ley de Contratación Pública. Se rige por normas internacionales establecidas por el Banco Mundial, el Banco Interamericanos de Desarrollo, la Corporación Andina de Fomento y el Banco Europeo de Inversiones, que son las entidades multilaterales que financian el proyecto.
También se rige por las normas internacionales Fidic”, dijo Rodas. Mauricio Anderson, gerente del Metro de Quito, también se pronunció sobre el informe de la Contraloría. El funcionario dijo que lo que establece la Contraloría son predeterminaciones. “No son actos administrativos en firme.
Vamos a trabajar en la respuesta adecuada dentro de los plazos establecido que son de 30 a 60 días”, dijo. Anderson no ahondó en los detalles en los que se centraría la respuesta. Sin embargo, señaló que la posición del Cabildo quiteño es que durante la etapa precontractual regían las políticas de adquisición del Banco Interamericano de Desarrollo, a la cual se adhirieron las otras tres entidades.
Según Anderson, la etapa contractual entre el Municipio y la contratista la rige el contrato Fidic que es un modelo utilizado en los contratos para la construcción de infraestructura internacional que adopta flexibilidades para el equilibrio financiero entre las partes de un contrato.
“Los contratos Fidic permiten que obras complejas como la construcción del Mero puedan seguir adelante. Permite que las partes lleguen a acuerdos en el proceso de ejecución de la obra”, señaló Anderson.
Fuente: El Comercio