Se le conoce como la droga que convierte a las personas en zombies porque provoca somnolencia excesiva, hipertensión, taquicardia, depresión respiratoria. Otra de sus consecuencias es la capacidad de podrir la piel.
La droga fue comercializada por primera vez en el estado de Filadelfia, pero cada vez más se expande por todo Estados Unidos, lo que ha causado alerta especialmente en California, en donde en los últimos meses ya se registraron cuatro muertes por su consumo.
Tranq es una combinación de fentanilo con xilacina, un sedante aprobado únicamente para uso veterinario en EE. UU., especialmente en caballos, lo que resulta en una mezcla letal para el cuerpo humano, ya que los profesionales de la salud no tienen un antídoto que permita revertir una sobredosis.
Los traficantes emplean la xilacina porque, según la Administración de Control de Drogas del país norteamericano, no es una sustancia controlada por la ley, por lo que se vende legítimamente en internet y farmacéuticas veterinarias y, además, sus efectos son más duraderos.