El 85% de la subasta inversa que aplicó el Gobierno para la adquisición de los medicamentos para el Sistema Nacional de Salud fue ganado por empresas nacionales.

Juan Pablo Bermeo, director subrogante del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop), aclaró que a diferencia del proceso de subasta inversa impulsado en 2011, en esta ocasión se dio un trato preferencial a las empresas nacionales, aunque no recibieron exclusividad. “(En la industria nacional) no se habían dado las inversiones esperadas. La empresa nacional aprovechó esta exclusividad y este mercado cautivo para continuar con fuertes procesos de importación y salida de divisas. Por eso, en esta subasta se les dio una preferencia pero no una exclusividad”, aclaró.

Por su parte, Norma Vallejo, secretaria del Sindicato de Profesionales de los Centros de Salud de Pichincha, puso énfasis en las ventajas del sistema empleado para adquirir los medicamentos. “Si antes  compraba aisladamente cada distrito, área de salud u hospital, el precio subía más y por ende teníamos menor cantidad de medicamentos. En la actualidad se ha verificado que los precios han bajado y eso no quiere decir que son de mala calidad”.

Alrededor de 260 proveedores participaron en la subasta inversa y al menos el 95% de los procedimientos tuvo una puja. Además, entre diez y 40 proveedores compitieron por la adjudicación de cada uno de los contratos ofertados.