Con firma de acuerdos bilaterales, promesas de trabajo conjunto e intercambio de elogios, Obama y Macri se disponen a abrir una nueva fase que permita profundizar el comercio entre ambos países y mejore la colaboración en materia de lucha contra el narcotráfico y desarrollo científico.
Para el Gobierno de Macri, que comenzó el pasado 10 de diciembre tras 12 años de kirchnerismo, el viaje de Obama tiene un «significado especial»: es un «gesto de afecto, de amistad».
Para el estadounidense, que se encuentra en la recta final de su segundo mandato, Argentina aparece ahora como un aliado estratégico en la región suramericana, con Brasil en crisis.
Ambos ofrecieron hoy una conferencia de prensa conjunta en el Salón Blanco de la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino, donde hablaron de los avances en la relación bilateral.
Allí, Macri destacó el «liderazgo inspirador» de Obama y aseguró que ambos comparten «una visión sobre el siglo XXI», al que calificó como el de la sociedad del conocimiento, del desarrollo de la ciencia y la tecnología y de la innovación.
«Usted emergió proponiendo grandes cambios, y demostró que eran posibles, que con audacia, que con convicción, se podía desafiar el status quo», agregó.
Por su parte, Obama se mostró «impresionado» por la rapidez con la que Macri ha implementado desde su llegada a la Presidencia las reformas que prometió para Argentina, «para crear un crecimiento económico más sostenible e inclusivo» y para «reconectar» al país suramericano con la «comunidad mundial».
El presidente estadounidense, que ha llegado a Argentina tras pasar por Cuba, consideró que su conversación con Macri fue «excelente» y confesó que hoy ha probado su primer mate.
Obama destacó que el nuevo papel que ha asumido Argentina tras las tensiones vividas en la etapa de la predecesora de Macri, Cristina Fernández, y celebró el «acercamiento constructivo» del Gobierno para solucionar en los tribunales de Nueva York el conflicto por la deuda en cese de pagos desde 2001.
La eventual resolución del litigio, añadió, ayudaría a «estabilizar las relaciones financieras internacionales» de Argentina.
En la primera visita oficial de un mandatario de Estados Unidos a Argentina en casi dos décadas, los dos presidentes «exploraron las oportunidades» posibles para encarar los «desafíos globales».
Los dos países firmaron un acuerdo que reconoce el papel esencial del comercio y de la inversión privada, tanto local como extranjera, en la creación de empleo.
Como exportadores de productos agropecuarios, ambos países también se han comprometido a trabajar juntos para expandir el intercambio mundial y combatir las barreras no científicas.
«En la otra área en que estamos comprometidos a trabajar en conjunto, que también es el segundo eje de nuestro gobierno, es enfrentar y derrotar el narcotráfico», explicó Macri.
El jefe de Estado argentino también destacó la decisión del Gobierno estadounidense de desclasificar los archivos que posee sobre la última dictadura en el país suramericano (1976-1983), de cuyo inicio este jueves se cumplirán 40 años.
Intercambio de tecnología, capacitación e impulso a las energías renovables fueron otros de los puntos repasados por los mandatarios, quienes también hablaron de Brasil y de su crisis política.
«Necesitamos un Brasil fuerte y eficaz para nuestras propias economías y para la paz mundial», reclamó Obama, «se resuelva en una forma que permita a Brasil ser el significativo líder mundial que es».
«Lo que pasa en Brasil también tiene impacto en lo que pasa en nuestro propio país», agregó Macri, quien calificó al vecino de Argentina como un «aliado estratégico».
La apretada agenda de Obama en Argentina continuaba hoy con un encuentro con jóvenes y un saludo al personal de la embajada en Buenos Aires. Durante la noche, estará en el Centro Cultural Kirchner, para la cena de gala que brindará Macri en su honor.