125 asambleístas estuvieron presentes en el pleno durante el segundo debate de la Ley de Tierras, la cual fue aprobada con 98 votos a favor. Miguel Carvajal, legislador oficialista y presidente de la Comisión de Soberanía Alimentaria, señaló que la normativa pasó por consulta prelegislativa en 23 provincias del país y que, para el segundo debate, se llevaron a cabo tres reuniones.
Carvajal explicó que con esta normativa no hay restricción para la inversión público-extranjera; que no se permitirá la compra de tierras, pero sí la inversión para el desarrollo del agro. Asimismo, aseguró que la Ley pretende mejorar y garantizar la producción, así como preparar al sector agricultor para una época «post petrolera».
Aquí refirió que con la aprobación de la Ley, la tierra será redistribuida a campesinos que no la poseen o que la tienen en mal estado.
Por su parte, la presidenta del Legislativo, Gabriela Rivadeneira, señaló que los cambios eran necesarios ya que la actual normativa, expedida en 1994, tenía un «alto contenido neoliberal». De igual forma, afirmó que la normativa fue presentada por organizaciones sociales, por lo que con esto se marca un precedente de la participación de la ciudadanía y de colegislación.
Finalmente, Mauricio Proaño, vicepresidente de la Comisión de Soberanía Alimentaria, indicó que la norma fija 25 hectáreas para la Sierra, 75 en la Costa y 100 en la Amazonía, para no estar sujetas de expropiación, y que «las demás tienen que cumplir la labor social y ambiental que manda la Constitución». Añadió que si las tierras están abandonadas por más de 2 años o no hay producción serán afectadas por el Fondo de Tierras y se entregará al agricultor.