Los asambleístas Julio Quiñónez, Alberto Arias, Michel Doumet, Guadalupe Salazar, Manuel Ochoa y Liuba Cuesta, todos de PAIS, ayer encontraron en esas condiciones el sanatorio.
La visita de los legisladores tuvo por objetivo constatar la insalubridad que llevó a la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (ACESS) a clausurarlo por siete meses.
Los parlamentarios se desplazaron por los quirófanos y salas de hospitalización, donde hallaron camillas manchadas y ventiladores de pared polvorientos. Asimismo, en la unidad de cuidados intensivos, el insoportable hedor los hizo desistir del ingreso.
Jorge Romero, miembro de la comisión interventora creada por un acuerdo del Ministerio de Salud Pública (MSP), guió y explicó las razones del cierre. Tras la inspección Quiñónez expresó: “Estamos espeluznados con lo visto. El área de cocina funcionaba en condiciones criminales”.
Mientras esto ocurría, los trabajadores gritaban desde los exteriores que les muestren el elefante blanco.
Al finalizar la diligencia, que duró media hora, Arias se comprometió a recibirlos el lunes, a las 10:00, en la casa legislativa (Guayaquil). Quiñónez añadió que de 256 trabajadores de la casa de salud, 193 han aceptado trabajar en las unidades y 53 se resisten a integrarse.
Según Moisés More, secretario general del Sindicato General de Obreros del Hospital, esperan que se haga una veeduría. “Queremos que les muestren la infraestructura en la que se ha gastado $ 14 millones en cinco años y donde iba a funcionar la nueva área de nutrición, dietética, lavandería y costura”.
Fuente: El Telégrafo