Loaiza explicó que Canadá exporta 2 millones de toneladas de carne de cerdo, de las cuales el 65% se destina al mercado internacional, lo que lo convierte en el cuarto mayor exportador de esta proteína a nivel mundial. En caso de abrirse el mercado ecuatoriano a las importaciones canadienses, advirtió que se produciría una reducción del 46% en la producción nacional de carne de cerdo, lo que resultaría en una pérdida de 800 millones de dólares en ventas y un impacto de alrededor de 307 millones de dólares en la economía local.
Desde el sector, Loaiza destacó que lo que solicitan al Gobierno es la implementación de una estrategia integral que contemple, entre otras medidas, una reducción en el costo de materias primas como el maíz. A su criterio, esto permitiría a los productores ecuatorianos competir de manera más equitativa con los productos importados, especialmente con los de Canadá. De esta forma, se podrían mitigar las pérdidas económicas y garantizar la sostenibilidad del sector porcicultor en el país, en caso de que se abra el mercado canadiense.
Finalmente, señaló que el sector también requiere acceso a créditos que les permitan mantenerse a flote, dado que ya han sido afectados por la crisis energética. Explicó que los porcicultores enfrentan costos adicionales debido a los cortes de energía, lo que los obliga a recurrir a sistemas de refrigeración alternativos y a pagar horas extras a los trabajadores, incrementando así los costos de producción. A pesar de estos aumentos, puntualizó que, hasta el momento, no se ha incrementado el precio al consumidor final.
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