Wikileaks anunció la anulación del discurso a causa de «un encuentro inminente» con las autoridades británicas, cuyo motivo no se reveló.
«El equipo legal de Assange es optimista en que se pueda hallar un desenlance satisfactorio que respete el proceso legal británico y restaure la libertad y dignidad» del activista, informó Wikileaks.
El fundador de la web especializada en filtraciones de documentos oficiales, en su mayoría estadounidenses, buscó refugio en la embajada ecuatoriana en Londres en junio de 2012, cuando se le agotaron los recursos para evitar su extradición a Suecia, que lo reclamaba como sospechoso de delitos sexuales.
Suecia acabó archivando la última causa pendiente en mayo de 2017, por la imposibilidad de contar con la presencia de Assange, pero Londres insistió en que detendría al activista si salía de la embajada.
Assange siempre temió que su viaje a Suecia fuera una argucia para ser extraditado a Estados Unidos, donde podría ser juzgado por la publicación de miles y miles de documentos militares y diplomáticos de carácter confidencial.
Estados Unidos, por el momento, rechaza confirmar o negar si tiene abierta una causa judicial contra Assange, pero la prensa estadounidense señaló que las autoridades judiciales del país están preparando una acusación contra Assange.
WikiLeaks, por su parte, cree que el Reino Unido podría ser ahora quien lo enviara a Washington, en tanto la fiscalía británica se niega a decir si ha recibido ya una demanda de extradición. Quito, por su parte, insiste en solicitar un salvoconducto para Assange.
«Como la Fiscalía sueca no imputa cargos, se cae la (orden de) detención europea. Tiene que darse el salvoconducto a Assange», dijo en mayo el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Guillaume Long.