Tras la explosión este viernes en una toma clandestina de un oleoducto de Tlahuelilpan, estado de Hidalgo, México, las labores de rescate, reconocimiento y auxilio a los sobrevivientes y deudos continúan.
Sobre la explosión en Hidalgo
El Gobierno de Hidalgo dijo que “a las 17:04 horas se recibe reporte al 911 de Emergencias sobre fuga de hidrocarburo en carretera Tlaxcoapan-Tlahuelilpan, en inmediaciones de la localidad de San Primitivo, municipio de Tlahuelilpan”.
Según un comunicado de la Presidencia de México, “de acuerdo a los primeros reportes, cientos de personas recolectaban gasolina que se había fugado de un ducto en la comunidad de San Primitivo, cuando se registró una fuerte explosión”.
La explosión se produce cuando las estaciones de servicio en varios estados mexicanos y la capital del país se han agotado durante casi dos semanas.
El gobierno de López Obrador cerró tuberías clave en un esfuerzo por acabar con el robo de combustible. Según el mandatario, esto le costó al país un estimado de 3.000 millones de dólares en 2018.
En tanto, los conductores en México buscan soluciones. Los miembros de la familia se turnan para esperar largas colas en busca de gasolina. Algunos revisan las redes sociales para obtener pistas sobre qué estaciones están abiertas. Otros simplemente han decidido dejar sus coches en casa.
Pemex dijo que un nuevo sistema de distribución de gas tendrá beneficios a largo plazo que superarán cualquier costo a corto plazo. Asimismo, comunicó dijo que la explosión no afectaría la distribución de gasolina en la Ciudad de México.
Las autoridades han culpado al robo de combustible de anteriores explosiones en México. En 2010, un gasoducto explotó en el estado de Puebla, dejando 28 muertos y decenas de heridos.
Fuente: EFE, aliado estratégico de FM MUNDO