Como corresponde a otro poder del Estado, acatamos el fallo, pero no lo compartimos. El Gobierno va a actuar con mucha responsabilidad en la defensa de los trabajadores», dijo la mandataria en una actividad oficial.
El alto tribunal acogió este miércoles parcialmente los requerimientos de la oposición conservadora para frenar algunos artículos de la reforma laboral que fue aprobada por el Congreso chileno.
Concretamente, el tribunal declaró inconstitucional la titularidad sindical, uno de los puntos fuertes de la reforma, que establecía la exclusividad de los sindicatos para encabezar la negociación colectiva con el empleador, eliminando los grupos negociadores.
Este artículo fue cuestionado por la coalición opositora, al considerar que en la práctica establecía un monopolio de los sindicatos sobre la negociación colectiva.
Bachelet dijo hoy que esperará a conocer el fallo completo del Tribunal antes de decidir las medidas que emprenderá el Gobierno para hacer valer su posición, aunque avanzó que hará todo lo legalmente posible para que la titularidad sindical forme parte de la reforma.
«No tengan duda que buscaremos todos los caminos que nos entrega la ley para que la relación entre empresarios y trabajadores sea más justa que lo que tenemos hoy día», señaló la presidenta.
Una de las alternativas es enviar un veto presidencial a la reforma laboral para que se reabra el debate con la posibilidad de modificar el texto legal.
El fallo del Tribunal Constitucional fue celebrado por el gremio de empresarios y rechazado por los sindicatos, que redoblaron el llamado a manifestarse el próximo domingo con motivo del Día del Trabajo.
«Tenemos que salir a manifestarnos fuertemente (…) por la necesidad de terminar con enclaves que se han transformado en un muro de contención para las aspiraciones de mayor igualdad y justicia social en nuestro país, como el Tribunal Constitucional», dijo Bárbara Figueroa, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), a radio Cooperativa.