En su intervención, la mandataria señaló que la impresión generalizada es que «las dinámicas profundas que dieron origen a la crisis hace algunos años no fueron superadas, sino solo retocadas superficialmente».
En ese escenario, apuntó la mandataria socialista, se fortalecen los cuestionamientos a las «instituciones políticas, que no parecen capaces de representar a la ciudadanía». Una crisis ambiental sin precedentes y la persistencia de violencia y conflicto armado en diversas partes del mundo añaden gravedad a la situación, apuntó. «El malestar de los ciudadanos es expresión de una desilusión. De la promesa de desarrollo que anhelan (…) pero que aún no llega para ellos», alertó Bachelet, quien mencionó una «creciente fractura entre los representantes y los representados».
Este cuadro pone una parte importante de las responsabilidades en organismos multilaterales para hallar «respuestas cooperativas, creativas y concretas a los problemas del siglo XXI».
Una tentativa de respuesta a esta situación, dijo Bachelet, son los Objetivos del Desarrollo Sostenible, a ser alcanzados hasta el año 2030. Sin embargo, añadió que a esos objetivos hay que «dotarlos de voluntad política, en las instancias multilaterales y en cada uno de nuestros países. Porque hay inercias que quebrar e intereses que enfrentar».
Luego de participar en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, Bachelet viajará a Washington, donde participará de las ceremonias por los 40 años del asesinato del excanciller chileno Orlando Letelier, victimado por una bomba en 1976 en la capital estadounidense.