«Yo creo que las mujeres tenemos derecho a tomar decisión, creo firmemente en eso», subrayó Bachelet durante un acto de conmemoración del Día Internacional de la Mujer celebrado en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.
Chile, donde el aborto terapéutico fue legal durante más de medio siglo, hasta que el dictador Augusto Pinochet lo prohibió de forma absoluta en las postrimerías de su régimen (1973-1990), un proyecto del Gobierno busca despenalizarlo en casos de inviabilidad del feto, peligro de vida para la madre y cuando el embarazo es producto de una violación.
En los tres casos, la iniciativa otorga a la mujer la libertad de elegir entre la interrupción del embarazo o mantenerlo hasta su término, pese a lo cual ha sido objeto de fuertes críticas y rechazo de parte de la derecha política, sectores de la oficialista Democracia Cristiana y grupos denominados «defensores de la vida».
El proyecto será votado este mismo martes por la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, antes de ser debatido y resuelto por el plenario de esa instancia.
El proyecto «es un paso histórico para afirmar los derechos de la mujeres en todas las áreas», subrayó Bachelet, quien añadió que es comprensible «que frente a un tema como este puede haber distintas opiniones, todas muy legítimas, pero hemos podido avanzar en su tramitación sobre la base de un diálogo intenso, pero respetuoso, como lo demanda la inmensa mayoría de la sociedad».
También defendió el proyecto la ministra de la Mujer, Claudia Pascual, que se manifestó convencida de que a las mujeres «no se les puede imponer una decisión, y por eso hemos generado un proyecto que les ofrece prestaciones de salud y al mismo tiempo acompañarlas sea cuál sea su decisión, según sus propias convicciones».
«Nuestro proyecto no obliga a nadie, solo reconoce la voluntad de las mujeres», sentenció Pascual.
Durante el acto, Bachelet también rindió un homenaje a las víctimas de feminicidio de Chile, en especial a las siete mujeres asesinadas por sus parejas en lo que va del año.
«Sentimos indignación por estas vidas truncadas, pero ellas están en nuestros pensamientos», dijo la mandataria tras nombrar una a una a las víctimas. Agregó que sus casos mueven a «redoblar los «esfuerzos» para combatir estas situaciones.
«Basta ya, las mujeres no somos ni objeto ni propiedad de nadie, no podemos permitir que esta brutalidad sea banalizada, esta brutalidad tiene que remover la conciencia nacional y debe impulsarnos a actuar aún con más energía», remarcó Bachelet.
El Día de la Mujer se conmemora en Chile con una serie de actos organizados por universidades, diversas ONGs y otras instituciones, todo lo cual culminará con una marcha convocada para la noche de este martes en el centro de Santiago.