«Los bancos de la región están trabajando para llegar a cero en la transabilidad en efectivo para que casos como el de Odebrecht no tengan lugar o queden rápidamente al descubierto», explicó a Efe el secretario general de Felaban, Giorgio Trettenero.
«En arca abierta hasta el justo peca» y «por eso hay que aumentar los controles», agregó.
El economista peruano se refirió a la constructora brasileña Odebrecht, que admitió que recurrió al soborno para ganar licitaciones públicas en varios países latinoamericanos, y señaló que es «una pena que este caso saliera a la luz por un delator y no porque la Justicia lo descubre».
«Planteamos que este tema del efectivo se reduzca a cero. Los corruptos no podrán hacer nada con el dinero en las manos si nadie se lo recibe», indicó el directivo en Bogotá, donde culmina hoy una reunión de los presidentes de las asociaciones bancarias de la región y otros representantes del sector.
Un informe divulgado la semana pasada por el organismo señala que, «a pesar de la mayor disposición de medios digitales, el uso de efectivo crece a una tasa del 10 % anual en promedio en América Latina», aunque en países como Uruguay se han registrado importantes avances en su reducción.
La idea de Felaban es que «no se puedan hacer compras de inmuebles en efectivo, que no se hagan movimientos de caja para comprar empresas, que todo pase por el sistema financiero, porque una vez allí las unidades antilavado pueden detectar flujos irregulares y pedir explicaciones».
Según documentos publicados en diciembre por el Departamento de Justicia de EE.UU., Odebrecht pagó unos 788 millones de dólares en comisiones ilegales por más de 100 proyectos en 12 países de Latinoamérica y África.
«Nuestra banca está convencida y no apoya para nada el tema de la corrupción. La solución es que todo pase por un sistema que sea transable y si alguien hace algo indebido que quede evidenciado y lo tenga que justificar», sostuvo.
El dominicano José Manuel López Valdés, presidente de Felaban, manifestó a Efe que «la banca presta toda la colaboración con las autoridades siempre que se cumpla con las leyes de secreto bancario y confidencialidad o habeas data, pero son los entes investigativos los que deben determinar quiénes son los responsables».
Para Trettenero, la digitalización de la banca, además de aumentar la transparencia de las operaciones financieras, ahorrará costos al sistema e incrementará el acceso de personas de bajos ingresos o de poblaciones apartadas.
El economista, que cree que las entidades que no estén en camino de esa transformación «saldrán del mercado en cinco años», aseguró que la banca de la región ha apostado grandes recursos para dar un giro hacia nuevos métodos de pago, migrar sus servicios al ámbito online y optimizar su «big data» (análisis de datos para tomar decisiones empresariales).
«Poder pagar con un teléfono, sin usar efectivo, es más fácil y reducirá los robos», insistió el directivo de Felaban, organismo que agrupa unos 600 bancos a través de sus respectivas asociaciones en 19 países de la región.