El BCE «ha decidido detener de forma permanente la producción de billetes de 500 euros y excluirlos de las series en Europa, tomando en cuenta la preocupación de que estos billetes faciliten las actividades ilícitas», dijo el organismo en un comunicado.
Sin embargo, el BCE precisó que los billetes que estén en circulación «seguirán siendo legales y por consecuencia podrán seguir utilizándose como medio de pago», y podrán ser cambiados en los bancos centrales de la zona euro sin límite de tiempo. Conocidos popularmente como los «Bin Laden» («porque todo el mundo habla de ellos pero casi nadie los ha visto») los billetes de 500 euros (cerca de 570 dólares al cambio actual) representan unicamente el 3% de los billetes disponibles en la zona euro, pero el 28% del circulante total.
«El billete de 500 euros se usa más para disimular que para comprar» porque se pueden transportar enormes sumas de manera discreta, afirmó en febrero el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin. La discusión se dio en el marco de un refuerzo de la lucha de la Unión Europea (UE) contra la financiación del terrorismo. La eficacia de retirarlos es sin embargo cuestionada por algunos especialistas.
«Los representantes del crimen organizado no son idiotas, el blanqueo de dinero se realiza desde hace tiempo esencialmente mediante empresas pantalla y por vía electrónica», sostuvo recientemente Friedrich Schneider, un experto en ‘economías subterráneas’ de la Universidad de Linz, de Austria.
La creación del billete de 500 euros se decidió bajo presión de varios países, entre ellos Alemania, muy apegada a los pagos en efectivo y a un billete de 1.000 marcos (una suma equivalente) que desapareció cuando empezó a circular la moneda única, el 1º de enero de 2002.