La Fiscalía rastreó a la joven y descubrió que se trataba de la pareja de un teniente de la Policía, que hasta el 2016 estaba en servicio activo. En mayo de ese año el oficial fue procesado por la venta ilegal de pases a uniformados que querían irse de una ciudad a otra.
Luego fue condenado a ocho meses de cárcel por el delito de delincuencia organizada. Ahora, ambos son indagados por lavado de activos, un expediente que se deriva precisamente del caso de los pases.
En ese proceso aparecen otras cuatro personas: dos exagentes, una civil y el exjefe de la Policía, Fausto Tamayo, quien actualmente cumple una condena de dos años y cuatro meses por complicidad en la venta de esos pases a policías. En el expediente judicial se advierte que todos recibieron altas cantidades de dinero y que esos montos no concuerdan con sus sueldos.
Tras un proceso de investigación se determinó que el exteniente tenía ingresos que sobrepasaban los USD 400 000, pese a que su sueldo no superaba los USD 1 800. Además, se descubrieron depósitos por USD 132 940. La mayoría de esos rubros fueron pagados en efectivo por los policías que buscaban un pase. También tenía dos vehículos. La camioneta Ford F150 está valorada en más de USD 25 000 y registraba consumos anuales de hasta USD 13 000. A la Fiscalía le quedan 86 días para investigar estos detalles, pues el pasado jueves el magistrado Julio Arrieta dio 90 días para que la fiscal Thania Moreno indague el hecho y determine si los sospechosos son responsables de lavado.
Fuente: El Comercio