El accidente ocurrió alrededor de las 15:00 horas (20:00 GMT) del sábado, en un camino rural del municipio de Yauya, situado en la región Ancash, a unos 500 kilómetros al norte de Lima.
En el rescate de los cadáveres participaron especialistas de la División de Alta Montaña de la Policía Nacional del Perú, a quienes les tomó varias horas recuperar los cuerpos.
Los restos de las víctimas fueron llevados a la morgue de la ciudad de Huaraz, la capital de la región Áncash, y el tránsito en el lugar del accidente continua restringido, ya que el desprendimiento de rocas también afectó a unos 600 metros de carretera.
Los accidentes de esta magnitud son habituales en las carreteras de Perú, causados en su mayoría por la imprudencia de los conductores, el mal estado de las vías y del parque automotor, y las condiciones agrestes de la geografía.