El primer ministro Justin Trudeau llegó a este poblado del oeste canadiense «para apoyar a las familias de las víctimas y ofrecerles personalmente su apoyo», dijo la oficina del gobernante, que asistió a la ceremonia ecuménica por los fallecidos y también visitó a los jugadores heridos.
«Es de lejos el acontecimiento más grande acontecimiento de la historia de nuestra localidad», declaró con la voz temblorosa el alcalde Rob Muench. «Esta noche haremos una de las etapas necesarias de nuestro duelo».
La ceremonia comenzó con el himno canadiense cantado a capella -coreado por la multitud- y estuvo seguida de algunos discursos, rezos y canciones.
La Policía Real Montada de Canadá (RCMP, policía federal) había advertido el sábado que la investigación del accidente que se produjo en una región rural de la provincia de Saskatchewan (oeste), sería «muy compleja» y «tomará tiempo».