Ortega dijo a EL COMERCIO que tomó la decisión de retirarse porque “no tengo seguridad jurídica” para defenderme. La mañana de este miércoles 16 de agosto del 2017 señaló que “los abogados de la Armada se mal acostumbraron y siguieron el formato de la justicia ‘correísta’ y que, por más que me defendía bien, no se seguía el debido proceso”. Ortega dijo que ha enfrentado 21 procesos disciplinarios desde mayo del 2016.
Una de esas sanciones fue el arresto de diez días, dispuesto por un consejo de disciplina de la Armada, porque supuestamente le faltó el respeto al expresidente de la República, Rafael Correa, a través de una respuesta en correo electrónico.
Ortega pidió respeto a las FF.AA. «y que pare de mentir y que se sancione tanta impunidad y corrupción», lo que molestó al exJefe de Estadoy recibió la sanción militar, además, que presentó un amparo constitucional que tuvo un dictamen favorable a Correa.
La sanción con arresto se considera una “falta atentatoria” y de acuerdo a la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas le impide ascender. Actualmente ya tiene cuatro años como Capitán de Corbeta y en dos años debería ascender a Capitán de Fragata.
“21 procesos en un año me asfixiaron. Estoy saliendo para ir a la justicia común” para poder limpiar la hoja de carrera militar, dijo el capitán.
Hasta el martes 15 de agosto ya había presentado tres escritos al Consejo de Oficiales, que deberá revisar la documentación correspondiente y publicar que pasa a la disponibilidad. El 8 de agosto pasado a través de su abogado Hernán Ulloa presentó una acción extraordinaria ante la Corte Constitucional que busca dejar sin efecto esas sanciones.
El proceso continuará y está en una de las salas de la CC, según Ulloa. “No vamos a desistir, continuará su derecho a la resistencia”, añadió.
Explicó que las 21 sanciones, 16 dentro de la Armada, le impidieron ascender en la Marina y ahora espera que se cumpla lo que ha dicho el presidente Lenín Moreno, acerca de la justicia es independiente. Pero si se limpia su hoja de vida, el oficial dijo: “no voy a regresar” a la Armada.
En la vida civil se dedicará a la lucha por los derechos humanos, más que a la política, como muchos han pedido. “Lo importante es que no se vuelva a repetir, que un mando militar permita que a través de un consejo de disciplina cumpla las órdenes políticas y en vez de defender a sus miembros haya allanado el camino al poder”, añadió.
Fuente: El Comercio