El miércoles, agentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones capturaron a alias ‘Cazuelo’ en la ciudad de Popayán.
Gaviria Muñoz es, según las autoridades, cabecilla de las milicias populares del ELN -la segunda guerrilla más grande de Colombia-, que operan en el sur del departamento del Cauca, en el suroccidente del país.
Sobre Gaviria Muñoz, según la Fiscalía, pesan acusaciones de homicidios contra líderes sociales y defensores de derechos humanos, en los municipios de El Bordo, Almaguer y Sucre, en el citado departamento.
Según el comunicado oficial del ente acusador, se le imputarán cargos como «presunto autor material de homicidio agravado, tráfico, fabricación o porte de armas, accesorios o municiones de defensa personal y de uso privativo de las Fuerzas Militares y concierto para delinquir».
La captura se da poco después de que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, le exigiera públicamente al ELN la liberación del excongresista Odín Sánchez, condición puesta por el gobierno para reanudar las negociaciones de paz con esa guerrilla.
El sábado pasado, el ELN hizo pública una prueba de vida del político, quien a mediados de abril se canjeó por su hermano Patrocinio, quien estaba en manos de esa guerrilla desde el 2013.
«Colombia no quiere hablar de secuestro nunca más. Exigimos al ELN la liberación de todas las personas en su poder», dijo el mandatario en su cuenta de Twitter.
El tire y afloje entre el gobierno y el ELN sigue a pocos días de la fecha fijada para un reinicio de las conversaciones en Quito, que es el 10 de enero.
Con respecto a esa fecha, la guerrilla, en un mensaje de fin de año, dijo que estaba lista para acudir «puntualmente a la cita» entre las dos delegaciones.
El ELN igualmente pide que para ese entonces el Gobierno ya haya designado oficialmente a la delegación que se sentará en la mesa de diálogo.
El 27 de octubre del 2016 se anunció que las delegaciones de Gobierno y ELN se sentarían a negociar en el curso de los próximos días en Quito, pues ese país ha servido como garante de las conversaciones exploratorias.
Ese mismo día, Santos dijo que no había firmado la resolución designando a los negociadores pues aún tenían secuestrado a Sánchez.