El funcionario fue elegido para un período de cinco años, pero ahora se enfrenta a una potencial destitución en la Asamblea, debido al audio filtrado hace dos semanas. En mayo del 2017, Baca llegó a la institución con el compromiso de enjuiciar a los “corruptos, pese a quien le pese”.
10 meses después, el balance es de dos altos exfuncionarios procesados: el exvicepresidente Jorge Glas, detenido desde octubre, y el excontralor prófugo Carlos Pólit; ambos investigados por la trama de corrupción de Odebrecht.
Este caso ya tenía avances cuando él llegó a la institución: Alecksey Mosquera, exministro de Energía, había sido capturado un mes antes, y la Policía ya rastreaba a otros sospechosos como Ricardo Rivera, tío de Glas; Carlos Villamarín, exfuncionario de Senagua; y a tres empresarios. Desde entonces, Baca ha logrado una sentencia por estos hechos; la de asociación ilícita, en la que está involucrado el exvicepresidente.
Hay otros procesos activos por concusión, lavado de activos, captación ilegal de dinero y otra docena de expedientes en investigación reservada. ¿Qué más se ha hecho desde el despacho de la Fiscalía General? El viernes, 9 de marzo, durante su comparecencia en el Legislativo, Baca usó los minutos finales para hablar del trabajo institucional.
En una presentación de 52 páginas, las seis últimas se refieren a este punto. Dos ejes han concentrado la atención del funcionario: el fortalecimiento de la Fiscalía y la lucha contra la corrupción. Por ejemplo, se capacitó a 3 030 fiscales, se evaluó a otros 2 648 funcionarios y se contrató a 28 nuevos investigadores y a 115 empleados de apoyo (entre secretarios y asistentes).