De acuerdo al mandato judicial, los acusados reúnen las condiciones de garantía necesarias para enfrentar su proceso libremente, compareciendo cada 10 días a las oficinas del poder judicial para poder certificar su permanencia en el país.
Con esta medida el caso, iniciado el pasado diciembre cuando padre e hijo ingresaron de forma ilegal al Perú, da un nuevo giro al agudizar la espera por una resolución que esclarezca su estado migratorio.
Se esperaba que, una vez capturados, los acusados fueran expulsados del país en el menor tiempo posible, como ordenan las leyes migratorias. Tras su puesta ante la Ley, fueron condenados a 40 días de cárcel, tiempo en el que se suponía podrían ser extraditados.
Con la orden de libertad que ahora los ampara, el caso podría prolongarse nuevamente pues, de forma paralela a la petición del Ecuador por su extradición, Pareja Cordero y Pareja Dassum pugnan por ser declarados como refugiados en el Perú, una condición que los alejaría del retorno al país. Un panorama que se complica más de cara al futuro.
Fuente: El Telégrafo