Señaló que dentro de los componentes y características del instrumento constan: acceso a mercados (bienes), defensa comercial, servicios, contratación pública, propiedad intelectual, comercio y desarrollo sostenible, además que se reconocen condiciones especiales para nuestro país en función de las asimetrías (grandes diferencias comerciales), incluso frente a Colombia y Perú.
Indicó que el 99.7% de los productos agrícolas y el 100% de los productos industriales y pesqueros del Ecuador gozarán de liberación inmediata al momento de la entrada en aplicación del Acuerdo.
Precisó que hay condiciones especiales para que la producción de las economías populares y solidarias pueda desarrollarse y proyectarse para las exportaciones (papa, chocho, fréjol, frutilla, cebolla, brócoli, plantas medicinales, arveja, alcachofa, entre otras), al señalar que se define el respeto y fortalecimiento de los saberes ancestrales y lo que es más se determina espacio para productos y la industria en etapa emprendimiento.
Con el Acuerdo, el Ecuador asegurará libre acceso y acceso preferencial para un monto de comercio de cerca de US$ 1.500 millones en el ámbito agrícola y de US$ 1.200 millones en el ámbito industrial y pesquero, manifestó.
Respaldo unánime
Los comisionados, tanto de oposición cuanto del gobierno, coincidieron en destacar la trascendencia del Acuerdo Comercial con la Unión Europea para el presente y futuro del país, al comprometerse a darle un tratamiento prioritario. Pidieron que el CAL remita a este organismo el texto para su trámite, más aún cuando tiene un trabajo avanzado al respecto, considerando que el actual ministro Juan Carlos Casinnelli fue parte de la misma.
La asambleísta Soledad Buendía, presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico, anunció que invitará a la Embajadora de la Unión Europea, para que profundice las bondades del instrumento internacional.
Los parlamentarios Moisés Tacle, Patricio Donoso y Alfredo Serrano comentaron que se abre un camino de oportunidades, por tanto, hay que sacar ventajas y aprovechar esas oportunidades. El desafío de industriales, agricultores, pequeñas empresas es llegar a ser competitivos con precios y productos de calidad en el mercado europeo y local, sostuvieron.
Pablo de la Torre sugirió fijar estrategias de tipo integral para que los campesinos, pequeños agricultores, los grupos de la economía popular y solidaria se vinculen y relacionen con la temática y se preparen para enfrentar nuevos retos. En tanto, Esteban Melo habló de proteger a los grupos sensibles de la economía y tomar en cuenta a la población migrante.
Édgar Córdova, vicepresidente de la comisión, resaltó el acercamiento que mantuvieron las autoridades gubernamentales, encabezadas por el ministro Cassinelli, con 52 organizaciones cacaoteras y con cafetaleros para socializar la propuesta.
Lorena Bravo se mostró partidaria de analizar los resultados de las salvaguardias. En tanto, Omar Juez manifestó que es fundamental aclarar la situación de aranceles para la importación de maquinaria agrícola.
Celia Jaigua compartió que el ACM se socialice, en territorio, con los pequeños productores y los miembros de la economía popular y solidaria.
Participaron en la reunión también, en calidad de asambleístas por un día, un grupo de jóvenes estudiantes y empresarios: Cynthia Chávez, Diego Garrido, Nicol Nicolalde y Freddy Araujo, quienes señalaron que es fundamental recoger las experiencias de Perú y Colombia con la vigencia y aplicación de tratados de libre comercio; es clave contribuir al desarrollo de la economía popular, proteger el patrimonio nacional y las semillas nativas, puntualizaron.
