Convocados por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), cientos de chavistas se congregaron en el Puente Llaguno, en el centro de Caracas, para realizar una oración ecuménica por las víctimas de la violencia del fallido golpe y el regreso al poder del líder socialista.
Fue en el Puente Llaguno donde simpatizantes del chavismo y de la oposición se enfrentaron hace quince años, cuando estos últimos intentaban llegar al Palacio de Miraflores para pedir la renuncia de Chávez.
En esos sucesos se registraron 19 víctimas mortales y decenas de heridos, de ambos bandos y transeúntes.
La responsabilidad de todas las muertes aún no ha sido aclarada, aunque por los hechos fueron condenados varios agentes y oficiales de la extinta Policía metropolitana, que dirigía el entonces alcalde de Caracas, el opositor Alfredo Peña.
El evento oficialista de hoy forma parte de un conjunto de actividades iniciadas el pasado martes para rememorar lo ocurrido hace quince años por estas fechas.
La concentración coincide con una concentración opositora convocada por la alianza de partidos Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que recorre desde el oeste hacia la Iglesia de San Pedro, en el centro de la capital venezolana.
Ambas actividades se dan en un contexto de agitación en el país caribeño originado por una sentencia del Tribunal Supremo que se arrogó las facultades del Parlamento, el único de los poderes públicos en manos de la oposición.
Aunque la sentencia fue revocada dos días después, los opositores han convocado a varias actividades en distintas ciudades del país para denunciar lo que consideran que representó la «ruptura del hilo constitucional».
Un grupo de chavistas y opositores terminaron enfrentados verbalmente y con empujones luego de coincidir ayer en una ceremonia católica en la basílica de Santa Teresa, en el centro de la ciudad, cuando, tras la homilía, comenzaron a lanzar consignas en favor y en contra del Gobierno de Nicolás Maduro.