Esta es una de las últimas oportunidades para que cada candidato hable directamente a los votantes.
Desde antes del debate, Trump ya lanzó su primera daga contra Clinton, asegurando que invitará a una amante de su esposo, el exmandatario Bill Clinton, en un intento por provocarla. Mientras que su reto personal será intentar ceñirse al guión y mantenerse relajado.
¿Qué hará Hillary o qué se espera que haga? El consejo de Obama es que sea ella misma. Es verdad que no tiene su carisma pero cuenta con una imagen positiva, según los analistas, que le pueden dar cierta ventaja al momento de dirigirse a los televidentes.
Los temas de los que se espera debatan ambos candidatos se enmarcan en la lucha contra el terrorismo, la guerra en Siria, la amenaza de Estado Islámico, inmigración y, sobre todo, economía.
Sin duda, no podrán dejar de lado el desafío de ofrecer propuestas para enfrentar la violencia policial, a propósito de los disturbios que matizan este debate, debido a los recientes casos de muertes a manos de la policía.
¿Quién vencerá en esta contienda que, dado lo apretado de las encuestas, puede resultar fatal para quien la pierda?